A casi todos nos gusta o encanta el fútbol. Se ve en la TV, se sigue,
se siente pero en un campo de futbol, se suele hablar poco de un componente del
equipo, el portero, arquero o cancerbero también denominado.
Todo amante del fútbol, de pequeño, quiere ser siempre la mayor
estrella contemporánea, normalmente jugador de campo pero pocos ser portero.
Pocos saben que es ser portero, si preguntamos nos dirían que es el
que para los tiros pero ser portero, es mucho más.
Yo he sido toda mi vida portero y te das cuenta de que para serlo
tienes que nacer para ello.
Puedes ser mejor portero o peor, tener más reflejos o menos e incluso
estar más acertado en unos partidos que en otros pero no cualquiera vale para
ello de eso estoy completamente seguro.
Podemos considerar a un portero único en un equipo, empezando por la
equipación y terminando por la forma de jugar muy distinta a la de cualquier
otro jugador.
El que es portero de verdad y no el que se pone debajo de una portería
porque no le queda otra, siente ese miedo en un partido cuando se está empatando,
perdiendo o se gana de tan solo un gol. Un miedo tan poco comparable con nada en
la vida que hay que estar ahí para sentirlo.
Llevo más de 20 años debajo de una portería y aún me pregunto el porqué
de esa sensación. ¿Quizás por inseguridad?, ¿miedo a perder? e incluso ¿temor a
hacer el ridículo?.
Sea como fuere, no puedes tener eso en la cabeza durante un partido.
Un partido sin buenos ni acertados atacantes se puede empatar pero sin
un buen portero, la derrota está asegurada.
Puedes hacer el partido de tu vida y en el último minuto hacer el ridículo
más espantoso y lo que es peor, dejar escapar puntos importantísimos.
Un portero es el único jugador de un equipo en el que recae la mayor
responsabilidad aunque eso no se aprecie porque parece ser, que las victorias
solo se consiguen gracias a los goles marcados y no con los salvados.
Tus guantes y tus ojos son tus únicas armas ante un uno contra uno.
En un córner puedes batallar con varios jugadores a la vez lo cual
dependes solo de ti en muchas ocasiones.
Un fallo en defensa puede solucionarlo un arquero pero un error del
mismo, no tiene solución.
La presión arterial te sube cuando te encuentras frente a un
desconocido con el balón en posesión y una portería 10 veces más grande que tu
a tus espaldas la cual tienes que defender a poco más de un metro de distancia
y sin tiempo para rezar ni pensar.
También se lucha para que muchas jugadas empiecen en tus pies y no
acaben en tus manos.
Si un jugador no tiene acierto de cara al gol, ha tenido un mal
partido y entrarán los goles en el próximo partido pero si a un portero le
ocurre eso, se le cambia porque no está en forma o simplemente eres malo y no
vales para ello.
No obstante quizás sea la demarcación más satisfactoria siempre que estés
acertado y obtengas una buena actuación o a la parada de una pena máxima porque ante ella el tiempo se para y la gente no se pregunta si el lanzador lo va a meter sino si se lo parará el portero. El buen
amante del fútbol y el que es entendido en esta disciplina, valora todo eso y
no solo el acierto del delantero.
Espero que en estos próximos años haya una nueva hornada de porteros
porque viendo lo que veo a día de hoy podríamos estar ante un peligro de extinción y
recuerden siempre que no se puede jugar un partido de fútbol sin cancerbero…